Siguiendo con los pedidos, aca va una tarta de frutas deliciosa que si bien tiene su trabajo, vale la pena. La pastelera de leche condensada es riquísima y súper sencilla; y se puede utilizar como relleno de otras tortas.
Masa de manteca (pronto voy a subir un videito con el procedimiento para que le pierdan el miedo)
200 g de harina
100g de manteca
50g de azúcar impalpable
2 yemas
Esencia de vainilla o ralladura de limón c/nec
un chorrito de leche para terminar de unir
En una procesadora (idealmente, sino a mano trabajando la masa lo menos posible para no transmitirle calor) colocar harina, azúcar y manteca y procesar hasta conseguir un granulado. Agregar las yemas ligeramente batidas con la esencia o ralladura e integrar. Terminar agregando el chorrito de leche y procesando en forma de golpecitos hasta formar el bollo de masa. Cubrir con film y dejar descansar en la heladera un mínimo de 20 minutos (hasta una semana en heladera, dos meses en freezer). Estirar, colocar en molde de tarta desmontable, enmantecado y enharinado y colocar unos diez minutos en el freezer. Pinchar y cocinar en horno precalentado a 180º (moderado) unos 20 minutos.
Crema pastelera de leche condensada
1 lata de leche condensada
4 yemas
2 Cdas de maizena
2 tazas de agua
Esencia de vainilla
Mezclar todo menos la esencia, con batidor de alambre. Llevar al fuego y revolver permanentemente con cuchara de madera, hasta espesar, unos minutos luego del hervor. Retirar del fuego, cambiar de recipiente, agregar la esencia de vainilla y enfriar en baño maría inverso o llevar pronto a la heladera.
Una vez a temperatura ambiente, rellenar la masa de tarta fría.
Armado
Unas horas después, cuando la crema pastelera esté firme, agregar la fruta fileteada y terminar con mermelada reducida o brillo en frío o gelatina (hecha con la mitad del agua y colocada con pincel cuando ya tomó un poco de consistencia).
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